Curso de autoestima 034

Curso de autoestima 34

34. HADO: Una Nueva Conciencia de la Realidad

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“Hado crea palabras. Las palabras son vibraciones de la Naturaleza. De esa forma, palabras hermosas crean una naturaleza hermosa, palabras horrendas crean naturaleza horrenda. Esa es la raíz del universo”.

– Dr. Masaru Emoto

Autor de “Mensajes del Agua”.

La conciencia afecta la materia. La fuerza del pensamiento crea la realidad que decidimos experimentar. Estas dos premisas han sido desde hace años grandes pilares para generar una “Nueva Conciencia”. Este taller en varios capítulos ha dado el mensaje: la mente humana siempre atrae lo que piensa. La psicoespiritualidad, más específicamente afirma que “La conciencia humana crea todo lo que desea”. El conocimiento de los últimos años logrado por la mecánica cuántica,  que aplicada a la vida cotidiana y su relación con la espiritualidad, descubre que nos encontramos constantemente estamos imbuidos en una “Nube de Posibilidades”, misma de donde hacemos nuestras constantes elecciones mediante nuestra conciencia al enfocarnos en algo que deseamos ver y así se nos manifiesta en la realidad que percibimos mediante nuestros sentidos. Sé que esto puede resultar difícil de creer o entender en un primer acercamiento. Y también sé que es mucho más fácil creer para muchas personas si se presentan evidencias. Sé que muchas personas todavía necesitan de evidencias para creer. Yo las necesité también en su momento. Y hoy me emociona que éste capítulo esté dedicado específicamente a mostrar la contundencia de un máximo grado de verdad: la evidencia. Intento evidenciar a toda luz cómo la conciencia afecta la materia. Y para ello, me permitiré publicar algunos de los estudios del Dr. Masaru Emoto.

            Conocí de los experimentos del Dr. Emoto en el año de 1995 aproximadamente. Afectó mi vida en forma importante y es que me impresionó ver la relación pensamiento – materia. Como todo lo que me impresiona, corrí a platicarlo con mis amigos y, como con frecuencia me ha pasado, encontré un eco disminuido grandemente en intensidad. Mis amigos más queridos nunca alcanzaron a ver la magnitud de lo que yo sí veía. No pasó de un “qué interesante …”, y ya, mientras que yo no podía dormir pensando en las evidencias del Dr. Emoto. Hoy han pasado los años y he comprendido que esa reacción en familiares y amigos es lo más normal. He aprendido que nada tiene un gran impacto en sí mismo, sino que lo impactante es “el momento” de la evolución de la persona donde sincroniza su capacidad de asombro con los hechos que le presenta la vida. Hoy creo que ningún libro es maravilloso, sino que lo maravilloso es el momento de la persona en que llegó ese libro a sus manos. Hasta entonces pudo ver lo maravilloso, porque lo alcanzó adentro primero. El ser humano solo ve afuera lo que lleva dentro. Ninguna película es formidable, lo formidable es el momento en que determinada persona la vio y así sintió el mensaje. Ningún libro es grandioso, sino que grandioso es el momento en que una persona asistió a ella y sintió una transformación por el mensaje leído. Hoy sé que cada quien tiene su momento para ascender y darse cuenta.

Pues bien, hoy luego de tantos años, se me han expandido cada vez más los descubrimientos del Dr. Emoto, lo que él llama “Mensajes del Agua”. Este gran investigador japonés analizó la estructura en un cristal de agua congelada y demostró cómo se transforma dependiendo de la energía que se aplique a ella. De esa manera acuño la palabra “Hado” (se pronuncia “jadou”), que es la fusión de dos ideogramas que literalmente significan “onda” y “movimiento”. En conceptos más específicos del Dr. Emoto…

Hado: Es el patrón vibracional intrínseco de toda materia a nivel atómico. La unidad de energía más pequeña, donde su base es la energía de la conciencia humana.

Conforme las teorías de este gran científico tuvieron más aceptación en Japón, la palabra “hado” se hizo de mayor uso coloquial, mediante expresiones como: “…este lugar tiene un hado muy lento, hay que salir de aquí”, o “esta persona realmente tiene un hado poderoso”, “cambiemos el hado de este ambiente…”. Por mi parte, hoy sé perfectamente que esto es posible, independientemente de la palabra “hado”, el hecho es que la influencia de la conciencia existe en la materia. Hoy yo uso más la palabra “energía” para designar lo mismo. Los físicos cuánticos usan el “quantum” para lo mismo, en oriente también se piensa en “chi” o “ki” para ese fluir de energía, “prana” en otras latitudes, “espíritu santo” en el catolicismo, “mente universal” en ciertas disciplinas, “intento” en el mundo chamánico, en fin.

Todas etiquetas que hacen alusión a lo mismo. Existe una frecuencia vibratoria en todo y que se afecta dependiendo de la conciencia que tengamos de ello. Si todo es energía, todo está vibrando. Si queremos mejorar nuestra vida afectando nuestra realidad, hemos de vibrar a una frecuencia más alta, y para ello, hemos de cambiar nuestro estado de conciencia haciendo uso de la fuerza de nuestro pensamiento. Bueno, ¿Pero de dónde salió este concepto de Hado? De las observaciones que el Dr. Emoto hizo con sus revolucionarias fotografías de pequeños cristales de agua magnificados a gran aumento. Sí, mostró la forma de diminutos cristales de agua congelada como este:

Sin embargo, lo que puso al Dr. Emoto como una autoridad en el campo no fue solo fotografiar cualquier molécula de agua cristalizada, sino que mediante su trabajo (el fenómeno Hado) demuestra a todas luces cómo el pensamiento y los sentimientos afectan la realidad física. Produciendo diferentes “hado” a través de palabras escritas o habladas, así como también mediante música, observó como las palabras aplicadas ante la misma muestra de agua hacían que las moléculas del agua “cambiaran de expresión”. Esto para mí resultó más que impresionante. La muestra de agua frente a una palabra adquiría determinada forma dependiendo de la palabra aplicada en ella. ¡¿No te parece sorprendente?! Ahora bien, ¿Cómo le aplicaba las palabras al agua? De varias maneras hizo el experimento, desde poner agua en una botella y luego etiquetarla (palabra escrita), hasta la presencia de alguien orando frente al agua o bendiciéndola (palabra hablada). Te voy a mostrar una de las fotografías que más me han impresionado de los trabajo del Dr. Emoto, se trata de una botella de agua (la misma) donde primero se le aplicó una etiqueta a la botella con la palabra “Ángel” y luego se le cambió la etiqueta con la palabra “Demonio”. En ambos casos se tomó una prueba y se procedió a la magnificación del cristal de agua congelada. Aquí están las fotos, a la izquierda con la palabra “Ángel” y a la derecha con la palabra “Demonio”:

Es evidentísimo el orden geométrico del lado izquierdo (con la palabra “Ángel”) y el desorden estructural a la derecha (con la palabra “Demonio” en la etiqueta) en la misma agua. En los recuadros puedes apreciar la botella con sus etiquetas (en japonés). Si siempre he sabido del poder de las palabras, desde que vi aquellas fotos me conmocionó como la energía de las palabras son transformadoras de una realidad física. Desde hace varios años he definido que las palabras son la manifestación acústica de un pensamiento, luego entonces son una vibración, las palabras son energía con determinada frecuencia vibratoria que afectan la realidad física. ¡Demostrado!

            Si una persona alberga pensamientos negativos, aquellos llenos de odio, rencor, envidia, coraje, celos extremos, maldad en general, sus pensamientos se manifestarán irremediablemente en las palabras que usa, te repito, las palabras son la manifestación acústica de los pensamientos, y de tal suerte, generará una frecuencia vibratoria tal que afecte el agua de todo su organismo, y estamos hablando que el ser humano es ¡75% agua!

¿Te va quedando claro cómo una palabra puede afectar tu cuerpo en su dimensión física? La transformación física se logra mediante la repetición constante o la exposición continua a ese tipo de palabras debilitadoras y que hoy sé generan enfermedad. ¡Qué claro me queda hoy que la enfermedad es un desorden a nivel celular! Es tan evidente ese desorden, pero más evidente aún en las moléculas de agua del Dr. Emoto. De ahí la gran valía de sus fotografías y estudios demostrativos. Permíteme presentarte otra fotografía de una molécula de agua congelada cuando esa agua se expuso ¡tan sólo a una etiqueta! con las siguientes palabras escritas en ella: “¡Tú me enfermas!”:

Imagina, si así se puso el agua tan solo mediante su exposición a una etiqueta… ¿qué pasaría si se expone a alguien que lo siente con odio y rencor? Y luego la gente se pregunta por qué se siente mal y por qué se enferma. Hoy sé que prácticamente todas las enfermedades son manifestación en la realidad física de un estado de conciencia de determinada frecuencia vibratoria. Mira otra fotografía que quiero que compares con la anterior, ahora se trata de una molécula de agua congelada expuesta al chi de Amor:

Impresionante, ¿no crees? Esto hace la energía del amor reflejada en el agua. Cuánto orden y armonía, cuánta belleza cautivante se aprecia en el amor, por lo menos así lo demuestra en esta molécula de agua. Ahora te quiero presentar la fotografía de la molécula de agua congelada cuando se expone a la palabra “Gracias”:

También hay belleza estructural, hay una hermosura en la geometría hexagonal mostrada en las fotografías del Dr. Emoto. Hoy me ha impresionado que un gran físico del siglo XV, Johannes Kepler, desde niño tuvo el atrevimiento de pensar en algo que estaba prácticamente prohibido para su época, se atrevió a querer contemplar la mente de Dios. Kepler no fue como todos sus compañeros del seminario a donde fue enviado de niño, sus pensamientos le apartaron de la mayoría (como le pasa a toda persona que se atreve a pensar diferente), así se convirtió en una persona solitaria e introvertida. Kepler se rehusaba a pensar en Dios en la forma en que el seminario le ordenaba pensar, un Dios que le hacia sentir indigno por sus pecados, un Dios al que se le debía tener miedo, fuente de cólera divina deseosa de propiciación.

No, para Kepler Dios no era así, para la mente de este genio Dios era el poder creativo del Cosmos. La curiosidad del niño conquistó su propio temor. Incluso, sus visiones del Cosmos se transformaron en una obsesión de por vida en querer entender la mente de Dios. Al avanzar en sus estudios, Kepler sintió reverberaciones intelectuales cuando se adentró en varias áreas del conocimiento a la vez, en teología, griego, latín, música y matemáticas. Admiró a sus antecesores y pensó que en la geometría de Euclides se vislumbraba una imagen de la perfección y del esplendor cósmico. Mas tarde escribió: “La Geometría existía antes de la Creación. Es co-eterna con la mente de Dios… La Geometría ofreció a Dios un modelo para la Creación… La Geometría es Dios mismo”. A esos éxtasis matemáticos llegaba Kepler. Hoy me daría una gran curiosidad de ver a Kepler observando las fotografías del Dr. Emoto. Por lo menos, a mí me ha hecho pensar. Ahora te quiero presentar la fotografía de una molécula de agua congelada expuesta a la palabra “Paz”:

En esta fotografía, el Dr. Emoto comenta en su libro que se le hace curioso que en la molécula de agua expuesta a la palabra “Paz”, pareciera una superposición o fusión de las figuras que adquiere el agua frente a las palabras “Amor” y “Gracias”. Por lo menos, en mi experiencia personal, efectivamente cuando siento amor y gratitud en mis meditaciones, experimento paz. Se me hizo curioso ver que en el agua misma hay algo de esto. De las más recientes fotografías fue cuando el agua expuesta a la palabra paz, súbitamente se le expuso a la palabra “Guerra” y se tomó la fotografía con lo que empezaba a pasar:

Un fragmento se empezaba a deshacer como una colisión. Esta foto fue tomada en un experimento en junio del 2001 y se especuló en el parecido con las imágenes del 11 de septiembre subsiguiente.

Por otro lado, también te presento la fotografía de la molécula de agua expuesta frente a una persona que experimenta un sano y gran amor a sí mismo y se lo escribía a sí mismo estando frente al agua, así se generó esta formación:

Hasta el momento te he mostrado algunas de las fotografías que más me han impresionado a mí mediante la fuerza de la palabra escrita afectando la estructura física a nivel microscópico del agua. Todo esto tan solo mediante la exposición a la palabra escrita. Ahora, te mostraré algo mediante la exposición a la palabra hablada. Aquí está la estructura del agua que fue bendecida por la oración de un monje:

Ahora la foto de un lago contaminado (izquierda) y luego una foto del mismo lago posterior a la presencia de 500 personas rezando alrededor del lago y expresando amor (derecha):

Estas demostraciones me asombran y disfruto del hallazgo. Espero que te suceda lo mismo. Más adelante te diré por qué.

 Si esto hacen las palabras escritas y habladas frente al agua, ahora te mostraré dos ejemplos de la afectación que también observó el Dr. Emoto que tiene la música en la estructura física del agua. Primero te presento una molécula de agua congelada luego de ser expuesta a una sinfonía de Mozart:

Y ahora quiero presentarte la fotografía que este gran investigador mostró en uno de sus seminarios luego de exponer al agua a la canción “Imagine” de John Lenon:

Lo que te he querido compartir hoy es con el ánimo de presentarte lo contundente de una evidencia, la conciencia afecta la materia. Y hoy en Física Cuántica hay más evidencias al respecto. El mundo está despertando a esta Nueva Conciencia de la realidad poco a poco. La realidad la creamos nosotros mediante nuestros pensamientos. Demostrado está y ya por muchas vías. Los estudios del Dr. David Hawkins, nos demuestran contundentemente la relación que hay entre la fuerza muscular de una persona y los pensamientos y emociones que experimenta en su mundo interior; un documento trascendente es su libro: “Power vs. Force”.

La Kinesiología, ciencia que demuestra esto, es cada vez más evidente. Cualquiera que haya asistido a mis más recientes seminarios lo ha constatado con sus propios ojos y comparto con gusto esta información donde cada vez se conoce más de la relación mente-cuerpo, incluso a nivel subatómico. La fascinante relación de la energía en una fotografía y la persona fotografiada, lo que hagamos en una sucede en la otra, hoy está demostrado científicamente por el Dr. Stephen Lewis; otro documento de gran trascendencia es su libro “Sanctuary: A path to consciousness”. Todos estos investigadores apuntan hacia lo mismo: la energía de la conciencia afecta la materia.

            Es importante que se sepa esto y se confronte al ser humano con un nuevo estado de conciencia en donde se de cuenta de la gran oportunidad que tiene para co-crear su propia realidad, para darle forma a su vida, literalmente hablando. Nueva Conciencia debe ser un medio para la divulgación de estas verdades y por eso aquí estoy compartiéndolas con los que siguen el taller de autoestima. Dentro de lo que más aprecio es el valor que mucha gente está teniendo para incrementar este despertar. Al conversar con mis amigos y colegas, me percaté de lo poco conocido que es en nuestras latitudes los estudios del Dr. Masaru Emoto, y por ello los comparto aquí. Me emociona que pronto se sepa más porque una vía de divulgación de gran expansión es el cine, y en la película “What the bleep do we know?”, hay una franca muestra del trabajo del Dr. Emoto. Espero que llegue a ti en el preciso momento de tu evolución donde el asombro y el misterio se torna en la percepción de tu día a día.

            Con todo lo que hoy te he compartido, reitero, al mismo tiempo que me impresiona, mi responsabilidad al usar las palabras escritas y habladas en mi misión de vida. Hoy me queda tremendamente claro por qué las personas se sienten transformadas luego de una conferencia o de leer un libro. Hay cambios estructurales a nivel cuántico en todos nosotros cuando nos exponemos a hado de altas frecuencias, palabras transformadoras literalmente hablando.

            Hace unos días recibía a un paciente que me comentó su fin de semana y me decía: “…no sabíamos qué hacer mi novia y yo y terminamos yendo a un concierto de ópera. No le entiendo mucho pero terminamos ahí”. Le dije que no importaba si entendía o no, lo más maravilloso fue que llevó su cuerpo y su mente a ser expuestas al arte. ¡Eso es más que suficiente! Este comentario yo mismo nunca lo hubiera hecho hasta hace un par de años, en cambio, hoy sé que es verdad. Hace un mes aproximadamente yo mismo fui a un espectáculo de danza con el ballet de la ciudad de México interpretando una obra de “El Quijote de la Mancha”; a momentos sentí la frustración de que en la danza nadie habla y así no entendía algunas partes de la trama, y es que estoy muy acostumbrado al teatro musical donde las voces hacen que la historia quede más clara. Sin embargo, no importaba si yo entendía o no.

La trascendencia con su transformación consistió en los momentos en que me expuse a la hermosura del arte de la danza en esos formidables seres humanos que la generan. Hace unos meses le recomendaba a una familiar que pusiera la oración de San Francisco de Asís cerca de su hijo, a lo que me dijo: “…pero todavía no sabe leer”, a lo que respondí: No importa. No importa si la lee o no, la afectación consiste en que la frecuencia vibratoria de esas palabras al ser escritas por un ser tan excepcional como San Francisco inciden en el campo humano de energía de la persona que las tiene cerca. ¡Basta con tenerlas cerca! Ahora bien, si se leen y se sienten, todavía más afectación. Pero lo que no me deja de impresionar ahora que he estudiado mecánica cuántica es que todo tiene energía, todo está vibrando, y lo que tengamos incluso cerca de nosotros, nos afecta en estructura y salud. Hoy he tenido acceso a estudios psiquiátricos donde el estado de ánimo y el comportamiento evidente de pacientes bajo estudio mejora ostensiblemente tan solo al ser expuestos durante varias horas a la música de alegre teatro musical. Está demostrado.

            ¿Qué te puedo recomendar el día de hoy? Pues creo que lo puedes descifrar claramente tú mismo. Cuida tus pensamientos, eleva tu estado de conciencia y serás perfectamente capaz de modificar tu realidad material. Todos tenemos un gran poder para manifestar en la realidad de la tercera dimensión, los objetos que pensemos. Todos podemos sentir la consecuencia de nuestro estado de conciencia. Adquirir conocimiento nos ayuda a elevar nuestro estado de conciencia y con ello incrementamos hermosamente la responsabilidad que tenemos sobre nosotros mismos y de nuestra afectación sobre los demás. Así es que…

–         Procura usar en tu lenguaje solo palabras que hagan alusión al bien, la verdad y la belleza. Palabras amorosas hoy retoman una importancia mayor que la que tenía desde siempre.

–         Que en las palabras que digas, sean las que sean, siempre exista una buena intención, eso les da la fuerza transformadora. Físicamente demostrado.

–         Reza. Las palabras de una oración, hoy más que nunca, estoy convencido de su gran afectación en la vida humana. Ya está físicamente demostrado.

–         Ten cerca de ti palabras, en forma de oración o libros, que traten del bien, la verdad, la belleza, la unión o la armonía. Y aleja de ti las que no sean así.

–         Convive solo con personas de un hado poderoso y elevado. Las identificarás fácilmente. Está demostrada su gran ayuda.

–         Escucha música que sea hermosa y que reconozcas como amorosa. ¿Cuál te recomiendo? Pues quien mejor te lo dirá es tu propio cuerpo. ¡Demostrado! Si te sientes físicamente muy fortalecido y anímicamente estupendo con cierta música, escúchala con frecuencia. Estas afectando tus células físicamente hablando. Demostrado.

–         Lee algo que te de luz. Eso también lo vas a sentir. Demostrado también.

–         En general, decídete de una vez por todas a vivir una Nueva Conciencia, donde solo albergues pensamientos de amor y bendición.

Las palabras transforman. ¡Te lo digo yo! Y además, lo acabamos de ver con los estudios del Dr. Emoto. Una frase que escuché en la película “What a bleep do we know?” haciendo alusión a las fotografías del Dr. Emoto fue: Si nuestros pensamientos son capaces de hacer esto con el agua, imagínate qué no harán con nosotros mismos. Imagínate. Imagina lo que eres capaz de crear para ti mismo. Una gran verdad que te comparto es que cada capítulo de éste taller de autoestima, esta impregnado del amor que con toda verdad siento por la humanidad. Gracias infinitas le doy a Dios por permitirme llegar a ti por éste medio, deseo que estas sean siempre una fuente de armonía y paz para ti. Espero que tu corazón me acoja percibiendo la intención con la que comparto todo este material, con el amor que se genera en Dios y para todos nosotros. Qué así sea. Vivir en esta Nueva Conciencia me hace compartir contigo una gran…

¡Emoción por Existir!