Curso de autoestima 015

Curso de autoestima 15

15. ¿Qué Significa?

https://go.ivoox.com/rf/115353021

El sentido de las cosas no reside en las cosas en sí, sino en la actitud que observamos hacia ellas.

– ANTOlNE DE SAINr-ExuPÉRY

Definitivamente hay magia alrededor de los días navide­ños. Sin embargo, no todos la experimentan. ¿Por qué?

Un enorme poder interior es nuestra capacidad para darle significado o sentido a las cosas, circunstancias, ideas o personas en nuestras vidas. Nuestra actitud es la diferencia. Y ésta es «muy nuestra», nadie nos la pue­de modificar si no queremos, si no le conferimos poder a esa persona, idea o cosa. Sé que este planteamien­to puede escucharse muy sencillo para ser tan poderoso, pero ¡así es!. La única diferencia es que con una Nueva Con­ciencia, utilizando todas las poderosas herramientas de superación y autoayuda que comparto, encontramos so­lución a los problemas más fácilmente y más rápido, además de que nos duran menos los momentos de desasosiego, tristeza o intranquilidad. De hecho, sería absurdo eliminar estas emociones totalmente, dejaríamos de sentir, así, seríamos menos humanos. Sería absurdo eliminar por completo nuestras sensaciones, incluso al­gunas debilitantes. Tan sólo hay que darles menos importancia y tiempo de duración. Eso es poder de cre­cimiento.

Las alturas no espantan a nadie.

Las personas se espantan a sí mismas

cuando están en lugares muy altos.

– WAYNE DYER

Decidir qué significan las cosas, circunstancias, personas e ideas es una de las más fortificantes experiencias en una persona. Por ejemplo: ¿qué significa la Navidad para ti? Responde sinceramente. Puede significar una ocasión verdaderamente especial para tomar alcohol y comer a destajo, compartiendo esta interesante «disciplina» con familiares y amigos. También puede significar tener que re­galar y experimentar la presión financiera que esto implica. Puede significar tristeza y melancolía por aquellas perso­nas que se fueron de tu vida y que ya no verás en ocasión tan especial. O bien, puede significar una fiesta de ado­ración y alabanza en recuerdo del nacimiento de Jesús. O bien, puede significar todo lo anterior, o nada de ello. Todo significado está dentro de ti, en tu actitud hacia las cosas, circunstancias, personas o ideas.

Es posible que pienses: «…bueno, esto que dices se oye bien, pero no todas las cosas las definimos nosotros; algunas tienen su propio valor y significado, independientemente de lo que opinemos de ellas…» A lo que te contestaría: falso. Varias cosas, circunstancias, personas e ideas tienen un valor universal si todos estamos de acuerdo en cuanto a ello, pero aun en esas condiciones aceptadas tácitamente de manera general (inconscien­te colectivo), podemos elegir revalorar el objeto en cues­tión y asignarle un significado propio desde nuestro muy particular punto de vista.

Por ejemplo, esto resulta profundamente útil frente a un problema. Mientras que varias personas de nuestro al­rededor pueden ver algún problema acercarse, uno mis­mo puede decidir ver otra perspectiva y conferirle a eso que se acerca, otro significado, por ejemplo: se acerca una gran opción de mejora, se acercan condiciones para mi más auténtico crecimiento, se acerca una liberación inte­rior con todas las oportunidades de demostrar mis capa­cidades. ¿Qué te parece este acercamiento a un problema? Estoy convencido de que lo que básicamente hace a la gente neurótica no es tanto cómo se encuentra el mun­do, sino más bien cómo observan al mundo. Su propio «¿Qué significa?» hace la diferencia.

Tú eliges el significado de las cosas, circunstancias, personas e ideas que te rodean. Ese enorme poder de elección es a lo que se refiere el más auténtico libre albedrío, el que, según creo, es el máximo nivel de li­bertad. El doctor Víctor Frankl le llama «voluntad de sentido», uno de los valores más humanos y poderosos, que se refiere a la voluntad que ejercemos cada vez que decidimos darle sentido o significado a las cosas, cir­cunstancias, personas e ideas. Convéncete de una vez por todas: nadie puede deprimirte. Nadie te puede ge­nerar ansiedad. Nadie puede herir tus sentimientos. Na­die puede hacerte más de lo que ya llevas dentro.

Cuando nos amamos a nosotros mismos nos rehusamos a permitir que los demás

manejen nuestras emociones. Y esto se logra a través del perdón.

– WAYNE DYER

Una de mis mayores ilusiones y objetivos en la vida es que, con Nueva Conciencia, puedas elegir un significado que te ayude a mejorar tu calidad de vida ante cualquier cosa, circunstancia, persona e idea. Para ello estamos aquí, tú como lector. Patrick Combs cuenta una anécdota que me ayudó mucho a entender el signi­ficado de muchas cosas que suceden en nuestras vidas. Hace mucho tiempo, cuando empezó su carrera como conferencista, cuando se dirigía a la primera conferencia formal que pronunciaría en su vida, camino al teatro pasó a comprar ciertas cosas que necesitaba, y al dejar su auto fuera del establecimiento, se ganó una multa por estacionarse en un lugar prohibido.

La multa ascendía a 40 dólares. Para él esta suma era importante, pues apenas empezaba. No sabía qué hacer, ya que si liquidaba la multa antes de las 8 de la noche (hora en que cerraba la oficina que recibía los pagos), serían 40 dólares, pero si liquidaba al día siguiente, la multa ascendería a 80 dólares automáticamente. Eran las 5 de la tarde cuando lo multaron; su participación en la conferencia se inicia­ba a las 6, y planeaba dos horas de duración. Así, era imposible que pagara la multa ese mismo día, a menos que se dirigiera a pagarla en ese preciso momento y llegara tarde a su primera conferencia profesional. Dudó porque los honorarios que le pagarían por esa conferencia no le eran suficientes para cubrir la multa original. Sintió un gran compromiso por llegar a su conferencia, y así lo hizo. Al entrar al teatro, lo recibió un gran amigo suyo, que lo percibió molesto y alterado.

Le explicó la situación y le dijo que lo que más le afligía era que se sentía alterado y no se encontraba en las mejores condiciones emocionales para dar la confe­rencia.

-¡Qué maravilla! -le espetó su amigo.

-¿A qué te refieres? ¿Acaso te estás burlando? -pre­guntó Patrick, confundido y un poco molesto.

-No, en lo absoluto. Déjame explicarte. Esto que te pasó es un extraordinario indicio de que significas una muy poderosa fuerza del bien. -No entiendo.

-Sí, mira: en la vida existen fuerzas del mal y fuerzas del bien. Cuando las fuerzas del mal detectan a alguna persona con un gran poder para hacer el bien, tratan de bloquearle el camino, ya que representa una luz del bien hacia los demás, y esto no conviene a las fuerzas del mal. Esa multa y la duda que tuviste antes de llegar aquí, significan que las fuerzas del mal estaban trabajando para bloquearte, pero, aun así, volviste a ganar y llegaste, es­tás aquí. Eres más fuerte.

Patrick se quedó atónito ante las palabras de su amigo -por cierto, otro gran orador de fama internacional-, inició la conferencia con una elevada autoestima; al fi­nal, lo ovacionaron de pie y un hombre le solicitó esa misma conferencia para las 15 sucursales de su empresa. Eso representaba ¡15 conferencias más en tan sólo un mes! Nada malo para empezar como conferencista. Los ingresos alcanzaron para pagar la multa y Patrick en­tendió el sublime ascendente significado de su trabajo. Ese significado es el mismo que tengo en mi vida y es el mismo que me interesa que tú tengas en la tuya.

Si existen personas que te quieren bloquear o hacer daño, si existen circunstancias que parecen hacerte la vida difícil, si hay gente con maldad que te rodea, ¡alé­grate por lo que esto significa! Seguramente eres un muy poderoso representante de las fuerzas del bien en el mundo y por ello las fuerzas del mal conspiran para bloquearte. No les convienes. Tu presencia, tu talento, tu prestigio, tu trayectoria, tu trabajo y entrega, significan una gran amenaza para el mal. No te detengas, sigue adelante y siempre continúa con tan preciada misión.

Cada Navidad encuentra y dale un significado de purifi­cación y grandeza para tu ser. Es el festejo del nacimien­to del máximo líder de las fuerzas del bien, del maestro más poderoso, del guía espiritual del mundo cristiano. El niño que naciera en Belén hace más de dos mil años, nació en un pequeño pesebre, sin lujos ni distingas socia­les e importantes sabios lo fueron a adorar. Oro, incien­so y mirra fueron sus principales presentes. El oro como significado de que sería un rey, incienso como símbo­lo del sacerdocio, mirra porque sería un gran sanador. Este ser humano trabajó como ayudante de carpintero por casi 30 años. Luego, durante tres años se dedicó a predicar y ayudar a los necesitados con su mensaje de amor y perdón. Nunca escribió un libro. Nunca hizo cosas propias de la realeza o grandeza social. Nunca fue más allá de 800 kilómetros a la redonda del lugar de su nacimiento.

Su vida fue muy solitaria. Sin embargo, su adve­nimiento representa una fiesta casi universal. Su venida al mundo une la conciencia de millones de personas alre­dedor de la Tierra. Hay naciones que detienen sus con­flictos para festejar la Navidad. A Jesús de Nazaret se le adora, quizá, como a ningún otro ser humano que haya pisado el planeta Tierra. ¿Habías reflexionado en ello?

Que todo lo que pienses, lo que digas y lo que hagas, esté colmado de un gran significado de amor. Vivir con la mente y la actitud enfocados al bien y la verdad, siem­pre redundará en tu crecimiento y capacidad de ayuda. Por lógica existirá una fuerza del mal que te quiera blo­quear. Superar esas barreras y seguir por el camino del bien será el más bello significado que des a esa celebra­ción. Te reitero mi más ferviente anhelo de que siempre conserves tu…

¡Emoción por existir!