Curso de autoestima 126

Curso de autoestima 126

126. Cambio y Sanación

Autoestima 126- Cambio y sanación – Curso de autoestima – Podcast en iVoox

Algunas personas prefieren abandonar  el planeta antes que cambiar

– John Lenon

Cuando la mayoría de las personas piensan en que mejore su vida, lo relacionan a que desean que cambie «otra persona», ¿verdad? Cuando hablo de «otra persona» incluyo al gobierno, a las grandes empresas, al jefe, a los compañeros de trabajo, al gobierno, a los extranjeros; también me refiero a la escuela, el cónyuge, la madre, el padre, los hijos, etcétera, es decir, a todo el mundo excepto uno mismo. No queremos cambiar, pero queremos que todos los demás cambien para que nuestra vida sea diferente. Y sin embargo, como es lógico, cualquier cambio que deseemos que se dé en nuestra vida tiene que provenir de nuestro interior. No podemos cambiar a otros, nuestra única responsabilidad es sobre nosotros mismos.

Cambiar significa liberarnos de los sentimientos de aislamiento, separación, soledad, rabia, temor y dolor; significa crearnos una vida llena de paz, en donde podamos relajarnos y disfrutar de las cosas tal como se nos presentan sabiendo que todo va a ir bien. A mí me gusta emplear la afirmación siguiente: «La vida es maravillosa; todo está bien en mi mundo, y siempre avanzo hacia un bien mayor». De esa forma no importa qué dirección tome mi vida porque sé que va a ser maravillosa. Por lo tanto, puedo disfrutar de toda suerte de circunstancias y situaciones.

A veces podemos cambiar totalmente una situación si alteramos un poco nuestro pensamiento. ¿Te puedes imaginar el cambio como hacer la limpieza de la casa interior? Si limpias las habitaciones sin prisas, una detrás de otra, finalmente todas estarán limpias. Pero no es necesario haberlo hecho todo para comenzar a ver los resultados. Cambia aunque sea sólo un poco y veras cómo muy pronto empiezas a sentirte mejor.

Muchos esperan con ansia el año nuevo, que comience un nuevo ciclo y lo malo y difícil que se quede atrás, pero necesitamos comprender que no se va a producir ningún cambio en la vida de nadie por el simple hecho que termino un año más. La única forma de cambiar es estar dispuestos a entrar en el interior y efectuar el cambio.

Existe la costumbre de hacer buenos propósitos cuando empieza un año, pero muy pronto se abandonan porque no van acompañados de ningún cambio interior, está basados en premisas de “tener qué”, en lugar de “desear qué”. «No volveré a fumar», dice alguien. De entrada, esta frase es negativa y no le dice al subconsciente lo que ha de hacer. Esta persona podría decir mejor apoyarse en una afirmación positiva como: «Todo deseo de cigarrillo me ha dejado y estoy libre».

El principio metafísico “Lo que es adentro, es afuera”, nos da luz de ver el espejo de nuestro interior viendo nuestro exterior: ¿Como son tus amigos?, ¿la actitud de la gente cercana a ti?, ¿las circunstancias que vives? Todo ello son reflejos de tu interior. Mientras no hagamos cambios interiores, mientras no estemos dispuestos a hacer el trabajo mental, nada en el exterior cambiará. Sin embargo, los cambios interiores pueden ser increíblemente sencillos porque lo único que verdaderamente necesitamos cambiar son nuestros pensamientos y emociones ¿Qué puedes hacer de positivo por ti este año que no hiciste el año pasado? Tómate un momento y piensa en esta pregunta. De aquello a lo que tanto te aferraste el año pasado, ¿qué te gustaría liberar este año? ¿Qué te gustaría cambiar en tu vida? ¿Estás dispuesto a hacerlo?

Hay muchísima información disponible que te proporcionará algunas ideas una vez que estés dispuesto a cambiar. Es notable cómo el Universo comienza a ayudarte en el momento mismo en que tú te declares dispuesto a cambiar. Te ofrece lo que necesitas: un libro, una cinta, un maestro, un amigo incluso que te hace un comentario de pasada que para ti adquiere de pronto un profundo significado. A veces las cosas empeoran antes de mejorar, y eso está bien porque quiere decir que se está iniciando el proceso. Los viejos hilos comienzan a desenredarse, de modo que deslízate con ellos. No te asustes ni pienses que tus esfuerzos no dan resultado. Sencillamente continúa trabajando con tus afirmaciones y las nuevas creencias que estás sembrando.

Los progresos

Lógicamente, desde el momento en que decides hacer un cambio hasta que lo haces pasa un período de transición. Estás indeciso entre lo viejo y lo nuevo. Retrocedes y avanzas entre lo que es y lo que querrías que fuera, entre lo que tienes y lo que desearías tener. Es un proceso normal y natural. Muchas veces escucho decir a alguien: «Bueno, todo eso ya lo sé». «¿Y lo haces?», pregunto yo. Saber lo que hay que hacer y hacerlo son dos pasos distintos. Lleva su tiempo fortalecerse en lo nuevo y hacer el cambio completo. Hasta entonces es preciso seguir con los esfuerzos y el trabajo por cambiar.

Muchas personas, por ejemplo, deciden trabajar haciendo sus propias afirmaciones positivas, las repiten unos días y luego renuncian. Entonces dicen que las afirmaciones son tonterías, que no funcionan, o cualquier otra cosa. Tenemos que darnos tiempo para practicar; el cambio requiere acción y perseverancia. Como he dicho, lo más importante es lo que se hace después de hacer las afirmaciones.

Mientras pasas por esta etapa de transición, acuérdate de elogiarte por cada paso hacia adelante que das, por pequeño que sea. Si te reprendes por haber dado un paso atrás, entonces el cambio te resultará opresivo. Emplea todos los instrumentos de que puedas echar mano para alejarte de lo viejo y avanzar hacia lo nuevo. Apoya y tranquiliza a tu niño interior asegurándole que está a salvo.

Amar es abandonar el miedo, y que o bien hay temor o bien hay amor. Si no estamos en el espacio de amor del corazón es que estamos en el del temor. Todos esos estados de aislamiento, separación, rabia, culpa y soledad forman parte del síndrome del miedo. Es preciso que nos alejemos del temor y entremos en el amor, y hagamos que estar en el amor sea una posición más permanente para nosotros.

Hay diversas formas de cambiar. ¿Qué haces cada día para sentirte a gusto interiormente? Ahora ya sabes que no te conviene culpar a los demás ni sentir que eres una víctima. ¿Qué haces entonces? ¿Cómo experimentas la paz en tu interior y a tu alrededor? Si no experimentas todavía, ¿estás dispuesto a hacerlo? ¿Estás dispuesto a empezar a crear armonía y paz en tu interior? He aquí otra pregunta que es preciso que te hagas: « ¿Rea1mente deseo cambiar?». ¿Prefieres continuar lamentándote por lo que no tienes en la vida? ¿O verdaderamente deseas crearte una vida mucho más maravillosa que la que tienes ahora? Si estás dispuesto a cambiar, eres capaz de hacerlo. Si estás dispuesto a realizar el trabajo que ello supone, entonces sin duda alguna puedes mejorar tu vida. Yo no tengo ningún poder sobre ti y no puedo hacerlo en tu lugar. Eres tú quien tiene el poder, y es necesario que te lo recuerdes a cada momento.

Recuerda que mantener la paz interior nos conecta con las personas pacíficas que hay en todo el mundo. La espiritualidad nos comunica a nivel del alma, a todos los que vivimos en este planeta, y este sentido de espiritualidad cósmica que estamos comenzando a experimentar va a hacer que el mundo mejore. Cuando digo espiritualidad no quiero decir necesariamente «religión». Las religiones suelen decirnos a quién debemos amar, cómo debemos hacerlo y quién es digno de amor. Para mí, todos somos dignos de amor, todos somos «amables». La espiritualidad es nuestra conexión directa con la fuente superior y no necesitamos ningún intermediario para eso. Empieza a comprender que la espiritualidad puede conectarnos a todos en un nivel del alma muy profundo.

Varias veces al día podrías hacer un alto y preguntarte: «¿Con qué tipo de personas me estoy comunicando actualmente?». Pregúntate con regularidad: «¿Qué pienso realmente de estos problemas y situaciones?», y medita sobre ello. Pregúntate: «¿Qué siento? ¿Qué me parece? ¿Realmente deseo hacer lo que me piden estas personas? ¿Por qué lo hago?». Examina tus pensamientos y sentimientos. Sé sincero contigo mismo. Descubre lo que piensas y lo que crees. No funciones con el piloto automático puesto, viviendo rutinariamente: «Yo soy así y esto es lo que suelo hacer». ¿Por qué lo haces? Si no es una experiencia positiva, sustentadora, descubre de dónde viene. ¿Cuándo lo hiciste por primera vez? Ahora ya sabes lo que te conviene hacer. Comunícate con la Inteligencia que llevas dentro.

El estrés, sinónimo de temor

Se habla muchísimo del estrés en estos tiempos. Por lo visto todo el mundo sufre de estrés por algo. Parece ser que esta palabra está de moda y la usamos muchas veces para evadir responsabilidades. «Oh, tengo mucho estrés». «Eso produce estrés». El estrés es una reacción de temor ante los cambios constantes de la vida. Es una excusa que damos para no responsabilizamos de nuestros sentimientos. Si logramos equiparar la palabra «estrés» con la palabra «temor», entonces podremos comenzar a eliminar de nuestra vida la necesidad del miedo. La próxima vez que pienses en el terrible estrés que tienes, pregúntate qué es lo que te da miedo en esos momentos. Pregúntate: « ¿De que manera me estoy sobrecargando y agobiando? ¿Por qué he cedido mi poder?». Descubre qué estás haciendo que te crea ese temor interior y te impide conseguir armonía y paz.

El estrés es carencia de armonía interior, y la armonía interior es estar en paz con uno mismo. No es posible tener estrés y armonía interior al mismo tiempo. Cuando uno está en paz hace una cosa por vez, no permite que las cosas le dominen. Cuando te sientas «estresado» haz algo para liberar el miedo, para poder avanzar por la vida sintiéndote seguro. No emplees la palabra «estrés» para evadir responsabilidades. No des tanto poder a una insignificante palabra. Nada tiene ningún poder sobre ti.

Siempre estamos a salvo

La vida es una serie de puertas que se cierran y se abren. Pasamos de habitación en habitación y tenemos diferentes experiencias. A muchos nos gustaría cerrar puertas sobre viejas pautas de comportamiento negativas, viejos obstáculos, situaciones que ya no nos sirven ni nos nutren. Muchos estamos en el proceso de abrir nuevas puertas y de descubrir nuevas y fabulosas experiencias.

Creo que venimos a este planeta muchísimas veces para aprender diferentes enseñanzas. Es como ir a la escuela. Antes de encarnarnos en un momento determinado en el planeta, decidimos qué enseñanzas vamos a aprender para evolucionar espiritualmente. Al escoger la enseñanza, escogemos también todas las circunstancias y situaciones que nos harán posible aprenderla; en ésas se incluyen nuestros padres, nuestro sexo, nuestro país y nuestra raza. Si has llegado hasta aquí en tu vida, créeme, has tomado todas las decisiones acertadas. Es esencial que a medida que vas pasando por la vida, vayas recordando que estás a salvo. Sólo se trata de cambios. Confía en que tu Yo Superior te conducirá y te guiará de la forma más conveniente para tu crecimiento espiritual. «Sigue a tu felicidad».

Ve cómo abres las puertas de la alegría, la paz, la curación, la prosperidad y el amor; las puertas del entendimiento, la comprensión, la compasión, el perdón y la libertad; las puertas de tu propia valía y tu dignidad, de la autoestima y el amor por ti mismo. Somos eternos. Eternamente continuaremos de experiencia en experiencia. Aun cuando pases por la última puerta de este planeta, no es la puerta final. Es el comienzo de otra nueva aventura.

En último término, no se puede obligar a nadie a cambiar. Puedes ofrecer a otras personas un ambiente mental positivo en donde tengan la posibilidad de cambiar si lo desean. Pero no puedes hacerlo en su lugar. Cada persona está aquí para descubrir sus propias lecciones, y si se las preparas y señalas, finalmente volverán a hacer lo mismo porque no lo habrán aprendido por sí mismas, no habrán descubierto realmente lo que necesitan hacer. Ama a tus hermanos y hermanas. Permíteles ser quienes son. Date cuenta de que la verdad está siempre dentro de ellos y que pueden cambiar en cualquier momento que lo deseen.

Un mundo seguro para amarnos mutuamente

Podemos destruir el planeta, pero también podemos sanarlo. Cada día envía energía sanadora a todo el planeta. Lo que hacemos con nuestra mente tiene muchísima importancia.

El planeta está pasando por una época de cambio y transición. Estamos pasando de un orden viejo a un orden nuevo. Algunas personas dicen que esto comenzó con la Era de Acuario; al menos a los astrólogos les gusta explicarlo de esa manera. Para mí, la astrología, la numerología, la quiromancia y todos los demás métodos que se basan en fenómenos psíquicos son simples formas de explicar la vida. Cada uno lo hace de una forma ligeramente diferente.

Los astrólogos dicen que estamos saliendo de la Era de Piscis y entrando en la de Acuario. Durante la Era de Piscis esperábamos que «otros» nos salvaran, queríamos que otras personas lo hicieran por nosotros. En la Era de Acuario, en la cual estamos entrando, comenzamos a penetrar en nuestro interior, reconociendo que tenemos la capacidad de salvarnos a nosotros mismos.

¿No es maravillosamente liberador cambiar lo que no nos gusta? En realidad yo no estoy tan seguro de que el planeta esté cambiando; lo que pasa es que nosotros estamos adquiriendo más conciencia y conocimiento. Problemas que estaban allí en el fondo desde hace mucho tiempo empiezan a salir a la superficie; problemas como el de las familias que sufren a causa de la conducta de uno de los miembros, los malos tratos a los niños y los abusos perpetrados contra el planeta mismo. Como sucede con todo, primero hemos de darnos cuenta de lo que pasa para cambiar las cosas. Cuando queremos cambiar algo en nosotros, hacemos nuestra limpieza mental.

La curación

De pequeños deseábamos ser amados tal como éramos, aun cuando fuéramos demasiado flacos o demasiado gordos, demasiado feos o demasiado tímidos. Hemos venido a este planeta a aprender a amarnos incondicionalmente, primero a nosotros mismos y luego a los demás. Es preciso que dejemos de pensar en términos de «ellos y nosotros», porque eso no existe. Sólo existimos «nosotros». No existe ningún grupo que sea desechable o que se pueda sacrificar o que sea «menos que…».

Cada uno de nosotros tiene una lista de «esas» personas. No podemos ser verdaderamente espirituales mientras haya una persona «de ésas». Muchos nos criamos en familias en las que el prejuicio era algo normal y natural, y cuyos miembros consideraban que un determinado grupo no era bueno. Con el fin de creernos mejores despreciábamos al otro grupo. Sin embargo, mientras decimos que otra persona no es buena o no vale lo suficiente, lo que realmente hacemos es reflejar que «nosotros» no somos buenos o valiosos. Recuerda: todos somos espejos de todos.

El doctor Bernie Siegel asegura que de cada forma de cáncer hay alguien que se ha autocurado. De modo que siempre hay esperanza, y la esperanza nos da posibilidades. Hay algo por lo cual trabajar en lugar de agarrarnos la cabeza con las manos y decir que no hay nada que hacer.

El sida es un mal-estar terrible; sin embargo, el número de personas que mueren de sida es menor que el de personas que mueren de cáncer, de un infarto o por causa del tabaco. Buscamos venenos cada vez más potentes para eliminar las enfermedades que creamos, pero no queremos cambiar nuestro estilo de vida ni nuestra alimentación. Preferimos tomar algún fármaco o someternos a una operación quirúrgica, que sanar. Cuanto más reprimidos, más problemas se manifiestan de otras formas. La medicina y la cirugía sólo se ocupan del diez por ciento de todas las enfermedades: parece increíble pero es cierto. Con todo el dinero que gastamos en productos químicos, radiaciones y cirugía, resulta que todo esto sólo cura el diez por ciento de nuestras enfermedades.

Creo que la curación y la sanación producen dos resultados diferentes. La sanación es el producto de un trabajo de equipo. Quizá esperas que sea al médico quien te sane; él o ella puede tratar los síntomas, pero eso no sana el problema. Si quieres sanar es necesario que formes parte del equipo, junto con el médico y el resto de los profesionales sanitarios. Hay muchos médicos holistas que no sólo te tratan físicamente sino que te ven como a una persona completa.

Hemos vivido con sistemas de creencias erróneos, no sólo individuales sino también sociales. Hay personas que dicen que en su familia hay problemas de oído. Otras creen que si salen a la calle cuando está lloviendo se resfriaran, o que se resfrían tres veces cada invierno. O cuando alguien se resfría en la oficina, todo el mundo se resfría porque el resfriado es contagioso. «Contagioso» es una idea, y las ideas son contagiosas.

Muchas personas dicen que hay enfermedades hereditarias. Yo no creo que sea necesariamente así. Pienso que heredamos las pautas mentales de nuestros padres. Los niños se dan cuenta de todo. Comienzan a imitar a sus padres, hasta en sus enfermedades. Si el padre sufre de estreñimiento cada vez que se enfada, al niño también le sucede. Y no es nada raro que si después el padre tiene colitis, el niño también tenga colitis. Todo el mundo sabe que el cáncer no es contagioso, ¿por qué, pues, se propaga en las familias? Porque el rencor se propaga en las familias. El rencor se acumula y se acumula hasta que finalmente hay cáncer.

Tenemos el poder dentro de nosotros para que nos limpie, para que limpie nuestro cuerpo, nuestras emociones y todos los diversos desastres que hemos hecho. Podemos mirar a nuestro alrededor y ver qué necesita cuidado. La forma en que elijamos vivir tendrá un enorme impacto en nuestro futuro y en nuestro mundo.

Por el mayor bien de todos

Si deseamos cambiar nuestro mundo inmediato, es preciso que cambiemos nuestros pensamientos. Si deseamos cambiar el mundo más grande que nos rodea, necesitamos cambiar nuestros pensamientos acerca de él y dejar de considerarlo como un mundo de «ellos y nosotros».

Si todo el esfuerzo que ponemos en quejamos de lo que está mal en el mundo lo aplicáramos a hacer afirmaciones y visualizaciones positivas, comenzaríamos a cambiar las cosas. Recuerda que cada vez que empleas tu mente conectas con personas de igual mentalidad. Si juzgas, criticas y tienes prejuicios conectas con todas las demás personas que hacen lo mismo. Si meditas, si visualizas la paz, si te amas a ti mismo y amas al planeta, conectas con todas las demás personas que hacen lo mismo. Puedes estar en tu casa y postrado en cama y seguir sanando el planeta por la forma en que usas tu mente, practicando la paz interior. «La especie humana necesita saber que nos merecemos la paz».

Los grupos de voluntarios también son útiles para tomar el relevo allí donde no lo hace el gobierno. Si el gobierno no colabora en sanar el planeta, no podemos quedarnos cruzados de brazos esperando. Tenemos que unirnos a nivel de base popular y encargarnos nosotros de ello. Todos podemos hacer nuestra parte. Empieza por descubrir dónde puedes ser de utilidad. Ofrécete de voluntario donde puedas. Contribuye con una hora al mes si no puedes dar más.

Veo que tenemos la oportunidad de combinar las tecnologías del pasado y del futuro con las verdades espirituales de ayer, hoy y mañana. Es hora de que estos elementos se unan. Mediante la comprensión de que los actos de violencia los cometen personas que son niños traumatizados, podríamos combinar nuestros conocimientos y nuestra tecnología para ayudarles a cambiar. No perpetuemos la violencia iniciando guerras o metiendo a personas en prisión y luego olvidándonos de ellas. En lugar de eso, fomentemos la conciencia de nosotros mismos, la autoestima y el amor. Los instrumentos para la transformación están disponibles; sólo tenemos que utilizarlos.

Epílogo

Deseo compartir contigo una cita de Emmet Fox, que, por si no lo conoces, fue un profesor muy popular en los años cuarenta, cincuenta y comienzo de los sesenta, y además uno de los más lúcidos que he conocido. Ha escrito hermosos libros, y éstas son unas palabras suyas que me gustan mucho:

“No hay dificultad que suficiente amor no venza. No hay enfermedad que suficiente amor no cure. No hay puerta que suficiente amor no abra. No hay muro que suficiente amor no derribe. Y no hay ningún pecado que suficiente amor no redima. No importa lo profundamente asentado que esté el problema ni lo desesperanzador que parezca. No importa lo enredada que esté la maraña ni lo enorme que sea el error. La comprensión del amor lo disolverá todo. Y si tú pudieras amar lo suficiente, serías la persona más feliz y poderosa del mundo.”

Esto es verdad, ¿sabes? Es maravilloso y es cierto. ¿Qué necesitas hacer para llegar a ese espacio donde podrías ser la persona mis feliz y poderosa del mundo? Creo que el viaje hacia ese espacio interior está sólo iniciándose. Estamos comenzando a enterarnos del Poder que tenemos dentro. No lo vamos a encontrar si nos contraemos. Si nos abrimos, hallaremos las energías del Universo disponibles para asistirnos. Somos capaces de hacer cosas increíbles.

Haz unas cuantas inspiraciones. Abre tu pecho y deja espacio para que tu corazón se dilate. No ceses de practicar, y tarde o temprano las barreras comenzarán a caer.

Hoy es tu punto de partida.

Meditaciones para la curación personal y planetaria

Date las gracias por estar centrado cuando a tu alrededor hay un terrible caos. Date las gracias por tener valor y por estar haciendo mucho más de lo que te creías capaz.

Contempla a tu niño interior de la forma que te sea posible y observa qué aspecto tiene y cómo se siente. Tranquilízalo y consuélalo. Pídele disculpas. Dile cuánto lamentas haberlo tenido abandonado. Has estado alejado de él durante demasiado tiempo y ahora deseas compensarlo. Prométele que nunca jamás volverás a abandonarlo. Dije que siempre que lo desee puede acercarse a ti, que tú estarás allí para él. Si está asustado, abrázalo. Si está enfadado, dile que está muy bien que exprese su enfado. Y, sobre todo, dile que lo amas muchísimo.

Tienes el poder necesario para contribuir a crear el mundo en que tú y tu niño deseáis vivir. Tienes el poder de tu mente y de tus pensamientos. Mira cómo vas creando un mundo fabuloso. Mira a tu niño relajado, seguro, tranquilo y feliz, riendo y jugando con sus amigos, corriendo libremente, tocando las flores, abrazado a un árbol, cogiendo una manzana del árbol y comiéndosela encantado, jugando con su perro o su gato, balanceándose agarrado de una rama de árbol, riendo alegremente y corriendo hacia ti para abrazarte.

Contempla cómo los dos están sanos y vives en una casa hermosa y segura, cómo te llevas maravillosamente bien con tus padres, amigos y compañeros de trabajo, cómo te reciben con alegría dondequiera que vayas. Entre los dos hay un amor especial. Mira el lugar donde deseas vivir y el trabajo que te gustaría tener. Mira a los dos sanos, muy sanos, alegres y libres. Y así es.

Imagínate el mundo como un lugar fabuloso para vivir. Mira cómo todos los enfermos se curan y las personas sin hogar son bien atendidas. Mira cómo los malestares se convierten en cosa del pasado, y los hospitales en edificios de apartamentos. Mira cómo a los presos se les enseña a amarse a sí mismos y se les deja en libertad como ciudadanos responsables. Mira cómo las iglesias eliminan el pecado y la culpa de sus enseñanzas. Mira cómo los gobiernos realmente cuidan de la gente.

Sal a la calle y siente cómo cae la limpia lluvia. Cesa de llover y aparece un hermoso arco iris. Observa cómo brilla el sol y el aire está limpio y claro. Aspira su frescura. Ve cómo el agua resplandece y chisporrotea limpia en los ríos, riachuelos y lagos. Fíjate en la esplendorosa y exuberante vegetación. Los bosques están llenos de árboles; las flores, las frutas y las verduras son abundantes en todas partes. Ve cómo la gente se cura de sus mal-estares y la enfermedad se transforma en un recuerdo. Vete a otros países y observa que hay paz y abundancia para todos. Contempla la armonía que reina en todas partes cuando deponemos las armas. Los juicios, las críticas y los prejuicios se vuelven arcaicos y se borran de la memoria. Ve cómo se derrumban las fronteras y desaparece la separación. Ve cómo todos nos hacemos uno. Mira a nuestra Madre Tierra, sana e íntegra.

Estás creando un nuevo mundo en este mismo momento, simplemente al usar tu mente para imaginártelo. Somos poderosos, somos importantes. Contamos. Vive tu visión. Sal y haz lo que puedas para conseguir que esta visión se convierta en realidad.

Dios nos bendiga a todos. Y así es.

TU VOZ SANADORA

Mira en lo más profundo, al centro de tu corazón, y descubre ese pequeño puntito de luz vivamente coloreada. Es un color hermosísimo. Se trata del centro mismo de tu amor y tu energía sanadora. Observa cómo comienza a latir este pequeño puntito de luz, y cómo a medida que late va creciendo hasta llenar tu corazón. Ve cómo se mueve esta luz a través de tu cuerpo, desde la parte superior de la cabeza hasta las puntas de los pies y hasta las puntas de los dedos de las manos. Ahora eres un ser que resplandece con esta hermosa luz de color. Eres tu amor y tu energía sanadora.

Todo tu cuerpo vibra con esta luz. Di: «A cada respiración que hago, estoy más y más sano».

Siente cómo esta luz limpia tu cuerpo de la enfermedad permitiendo así que retorne la salud. Permite que esta luz empiece a irradiar desde ti en todas direcciones, que acaricie a las personas que te rodean. Que tu energía sanadora toque a todos aquellos que sabes que la necesitan. Qué privilegio compartir tu amor, tu luz y tu energía sanadora con las personas que necesitan curación. Haz que tu luz entre en los hospitales, sanatorios, orfanatos, prisiones, hospitales psiquiátricos y otras instituciones de desesperación. Que tu luz lleve esperanza, conocimiento y paz. Haz que tu luz penetre en toda casa de tu ciudad donde hay sufrimiento y dolor.

Que tu amor, tu luz y tu energía sanadora lleven consuelo a aquellos que lo necesitan. Entra a las iglesias y ablanda los corazones de los que las dirigen para que actúen verdaderamente movidos por el amor incondicional. La hermosa luz que proviene de tu corazón entra en la sede del gobierno llevando claridad, conocimiento y el mensaje de la verdad. Que pase por todas las sedes de todos los gobiernos. Elige un lugar del planeta al que te gustaría contribuir a sanar. Concentra tu luz en ese lugar. Puede ser un lugar muy lejano o que está a la vuelta de la esquina. Concentra tu amor, tu luz y tu energía sanadora en ese lugar y ve cómo se equilibra y armoniza. Ve cómo está completo, sano, íntegro. Tómate un momento cada día para enviar tu amor, tu luz y tu energía sanadora a ese determinado lugar del planeta. Somos la gente. Somos los niños. Somos el mundo. Somos el futuro. Y así es.

RECIBAMOS LA PROSPERIDAD

Tomemos conciencia de algunas cualidades positivas que tenemos. Nos abrimos para recibir ideas nuevas y maravillosas. Aceptamos que entre la prosperidad en nuestra vida como jamás había entrado antes. Nos merecemos lo mejor y estamos dispuestos a aceptarlo. Nuestros ingresos van en constante aumento. Nos alejamos de los pensamientos de pobreza y entramos en los de prosperidad. Nos amamos a nosotros mismos. Nos regocijamos en quienes somos, sabemos que la vida está aquí para nosotros y que nos proporcionará todo lo que necesitemos. Vamos de éxito en éxito, de alegría en alegría, y de abundancia en abundancia. Somos uno con el Poder que nos ha creado. Expresamos la grandeza de lo que somos. Somos divinas y magníficas expresiones de la Vida; estamos abiertos y receptivos a todo bien. Y así es.

BIENVENIDA AL NIÑO

Colócate la mano sobre el corazón y cierra los ojos. Ahora permítete no solamente ver sino ser tu niño interior. Por tu voz hablan tus padres que le dan la bienvenida a su llegada al mundo y a su vida. Escúchales decir: Nos sentimos tan felices de que hayas venido. Te hemos estado esperando. Hemos deseado tanto que vinieras a formar parte de nuestra familia. Eres muy importante para nosotros. Nos sentimos felices de que seas un niño. Nos sentimos felices de que seas una niña. Amamos lo único y especial que hay en ti. La familia no sería la misma sin ti. Te amamos. Queremos abrazarte. Deseamos ayudarte a crecer para que seas lo que eres capaz de ser. No tienes por qué ser como nosotros. Has de ser tú mismo. Eres tan hermoso, tan inteligente, tan creativo. Es un placer tan grande para nosotros tenerte aquí. Te amamos más que a nada en el mundo.

Gracias por escoger a nuestra familia. Eres bienaventurado y nos bendices al venir. Te amamos. Realmente te amamos. Que tu niño pequeño asimile estas palabras como verdaderas. Procura disponer de un momento cada día para abrazarte y decirte estas palabras. Puedes decírtelas mirándote al espejo. Puedes decírtelas abrazando a un amigo.

Dite a ti mismo todas las cosas que deseabas que tus padres te dijeran. Tu niño pequeño necesita sentirse amado y deseado. Dale lo que necesita. No importa la edad que tengas, ni si estás enfermo o asustado, tu niño pequeño necesita sentirse amado y deseado. Recítale a menudo: «Te deseo y te amo». Esto es verdad también para ti. El Universo te desea aquí y ése es el motivo de que estés aquí. Siempre has sido amado y siempre lo serás, durante toda la eternidad. Puedes vivir feliz eternamente. Y así es.

AMAR ES SANAR

El amor es la fuerza sanadora más poderosa que existe. Me abro al amor. Quiero amar y ser amado. Veo cómo prospero. Me veo sano. Me veo realizado creativamente. Vivo seguro y en paz. Envía pensamientos de bienestar, aceptación, apoyo y amor a todas las personas que conozcas. Ten presente que por el hecho de enviar estos pensamientos también tú los recibirás.

Envuelve a tu familia en un círculo de amor, a todos sus miembros, estén vivos o no. Incluye también a tus amigos, a tus compañeros de trabajo, a todas las personas de tu pasado y a todas las personas a las que quisieras perdonar pero no sabes cómo. Envía amor a todos los enfermos de sida y cáncer, a amigos y parejas, al personal de los hospicios, a los médicos, enfermeros, terapeutas alternativos, asistentes sociales…

Haz de ver un final para el sida y el cáncer. Con los ojos de tu mente contempla un titular que dice: DESCUBIERTO REMEDIO PARA EL CÁNCER, DESCUBIERTO REMEDIO PARA EL SIDA.

Entra en este círculo de amor. Perdónate. Afirma que las relaciones que tienes con tus padres son maravillosas y armoniosas, basadas en el respeto mutuo. Que el círculo del amor envuelva todo el planeta y que tu corazón se abra para que puedas encontrar en tu interior ese lugar donde guardas el amor incondicional. Ve cómo todo el mundo vive con dignidad, en paz y con alegría. Eres digno de amor. Eres una persona. Eres poderoso. Te abres a todo bien. Y así es.

SOMOS LIBRES PARA SER NOSOTROS MISMOS

Con el fin de estar completos, debemos aceptarnos totalmente. De modo que abre tu corazón y deja mucho espacio allí para todas tus partes, aquellas de las que te sientes orgulloso y aquellas de las que te avergüenzas, las partes que rechazas y las que amas. Todas son tuyas. Eres una persona hermosa. Todos lo somos. Cuando nuestro corazón está lleno de amor por nosotros mismos, entonces tenemos mucho amor para compartir con los demás.

Ahora este amor llena tu habitación e impregna a todas las personas que conoces. Pon a todas las personas que desees en el centro de tu habitación para que puedan recibir el amor que desborda de tu corazón, desde tu propio niño interior al de todas ellas. Ahora ve cómo todos los niños interiores de todas las personas bailan como bailan los niños, saltando y gritando y haciendo volteretas en todas direcciones, locos de alegría, expresando lo mejor del niño interior.

Tu niño juega con los demás. Tu niño baila. Tu niño se siente seguro y libre. Tu niño es todo lo que siempre deseaste ser. Estás completo, sano, Íntegro, eres perfecto, y todo está bien en tu maravilloso mundo. Y así es.

COMPARTE TU ENERGÍA SANADORA

Agita ambas manos y luego júntalas y frótatelas. Después comparte la energía de tus manos con el hermoso ser que tienes delante. Es un honor y un privilegio tan grande compartir la energía sanadora con otro ser humano. Es algo muy sencillo de hacer.

Siempre que te encuentres con amigos podéis pasar un rato compartiendo energía sanadora. Necesitamos dar y recibir de formas sencillas y significativas. El contacto dice: «Estoy aquí por ti y te quiero». Juntos podemos encontrar las respuestas. Todo mal-estar llega a su fin. Toda crisis llega a su fin. Siente la energía sanadora. Haz que esa energía, esa inteligencia, ese conocimiento despierten en nosotros. Merecemos sanar. Merecemos estar completos. Merecemos conocernos y amarnos tal como somos. El amor divino siempre ha satisfecho y siempre satisfará toda necesidad humana. Y así es.

UN CÍRCULO DE AMOR

Contémplate de pie en un espacio muy seguro. Libera tus cargas, pesares y temores. Libera todas las adicciones y pautas negativas del pasado. Ve como se desprenden de ti. Después mírate de pie en tu lugar seguro con los brazos abiertos y diciendo: «Estoy abierto y receptivo a _______________». Aquí declara lo que deseas. No lo que no deseas sino lo que sí deseas. Y date cuenta de que es posible. Contémplate íntegro y sano, en paz, repleto de amor. Lo único que necesitamos es una idea para cambiar nuestra vida. En este planeta podemos estar dentro de un círculo de odio o dentro de un círculo de amor.

Yo escojo estar en un círculo de amor, y creo que todo el mundo desea lo mismo.

Deseamos expresarnos creativamente de formas satisfactorias, gratificantes. Deseamos estar en paz y a salvo. En este espacio, siente tu conexión con el resto del mundo. Que el amor que hay en ti vaya de corazón a corazón. El amor sale de ti, y tú sabes que se te devuelve multiplicado. «Envío pensamientos de bienestar a todo el mundo y sé que esos pensamientos volverán a mí». Ve cómo el mundo se transforma en un increíble círculo de luz. Y así es.

MERECEMOS AMOR

No es necesario que nos lo creamos todo. En el momento y el lugar perfectos, lo que necesitemos subirá a la superficie. Cada uno de nosotros tiene la capacidad de amarse más. Cada uno de nosotros merece ser amado. Merecemos vivir bien, estar sanos, amar y ser amados, prosperar… Y el niño pequeño merece crecer para llevar una vida maravillosa, absolutamente maravillosa. Contémplate rodeado por el amor, feliz, sano y completo. Ve tu vida tal como te gustaría que fuera, en sus más mínimos detalles. Te lo mereces. Después coge el amor de tu corazón y haz que fluya invadiendo y llenando tu cuerpo con su energía sanadora.

Tu amor fluye por la habitación y por toda la casa hasta que te encuentras dentro de un inmenso círculo de amor. Siente cómo circula el amor, y así como sale de ti, vuelve. El amor es la fuerza sanadora más poderosa que existe. Haz que circule una y otra vez. Deja que lave tu cuerpo. Eres amor. Y así es.

UNA NUEVA DÉCADA

Ve cómo se abre una nueva puerta hacia una década llena de curación, de la curación que no llegamos a entender en el pasado. Estamos en el proceso de aprender las increíbles capacidades que tenemos dentro. Estamos aprendiendo a comunicarnos con aquellas partes de nosotros que tienen las respuestas y que están ahí para conducirnos y guiamos de la forma más conveniente hacia nuestro mayor bien. De modo, pues, que veamos abrirse esta nueva puerta de par en par y veámonos pasando a través de ella para descubrir la curación de muchas, muchísimas y diferentes formas. Porque sanar no significa lo mismo para todo el mundo. Muchas personas necesitan curar su cuerpo. Algunas necesitan sanar su corazón, o su mente. De modo que abrámonos para recibir la curación que cada cual necesita individualmente. Abramos de par en par la puerta del crecimiento personal y atravesemos su umbral, sabiendo que estamos a salvo. Es sólo un cambio, Y así es.

ESPÍRITU SOY

Nosotros somos los únicos que podemos salvar el mundo. Al unirnos por una causa común encontramos las respuestas. Siempre hemos de recordar que hay una parte de nosotros que es mucho más que nuestro cuerpo, mucho más que nuestra personalidad, mucho más que nuestro mal-estar y mucho más que nuestro pasado. Hay una parte de nosotros que es mucho más que nuestras relaciones. Nuestro centro es puro espíritu. Siempre ha existido y siempre existirá. Estamos aquí para amarnos a nosotros mismos, y para amarnos los unos a los otros. Al hacerlo encontraremos las respuestas para sanarnos y sanar el planeta. Vamos hacia tiempos extraordinarios. Están cambiando muchísimas cosas. Es posible que ni siquiera conozcamos la profundidad de los problemas. Pero vamos nadando lo mejor que sabemos. Esto también pasará y encontraremos soluciones.

Somos espíritu. Y somos libres. Nos comunicamos en un plano espiritual porque sabemos que ese plano no nos lo podrán quitar. Y en el plano espiritual todos somos uno. Somos libres. Y así es.

UN MUNDO SEGURO

Tal vez os gustaría cogeros de la mano, cada cual con las personas que están a su lado. Hemos tocado muchos temas y cada uno de nosotros ha dicho algo que nos viene bien a todos. Hemos hablado de cosas negativas y de cosas positivas. Hemos hablado de miedos y de frustraciones, y de lo mucho que nos cuesta acercarnos a alguien y decirle simplemente «Hola». Muchos de nosotros aún no estamos seguros de ser capaces de cuidar de nosotros mismos. Y nos sentimos perdidos y solos. Sin embargo, llevamos algún tiempo trabajando en nosotros mismos y hemos notado que nuestra vida está cambiando. Muchos de los problemas del pasado ya no lo son. No se cambia de la noche a la mañana, pero si insistimos y perseveramos, sí que ocurren cosas positivas.

De modo que compartamos la energía y el amor que poseemos con las personas que están a nuestro lado. Sabemos que cuando damos de nuestro corazón también recibimos de otros corazones. Abramos nuestro corazón para poder acoger a todos los que se encuentran en esta habitación con amor, interés y apoyo. Llevemos ese amor a la gente de la calle que no tiene hogar ni un sitio a donde ir. Compartamos nuestro amor con aquellos que están enfadados, asustados y doloridos. Con todos y cada uno. Con todos aquellos que se niegan. Con las personas que están en el proceso de abandonar el planeta y con las que ya se han ido. Compartamos nuestro amor con todos, lo acepten o no. No hay nada que pueda dañarnos si nuestro amor es rechazado. Abracemos a todo el planeta en nuestro corazón, a los animales, y a las plantas, y a todas las personas, también a aquéllas con las que estamos enfadados o que nos frustran, que no hacen las cosas a nuestro modo o que expresan lo que llamamos maldad. Dejemos que también ellas entren en nuestro corazón, para que, gracias a ese sentimiento de seguridad, puedan comenzar a reconocer quiénes son realmente.

Mira cómo estalla la paz en todo el planeta. Date cuenta de que en este preciso momento estás contribuyendo a lograr la paz. Regocíjate por tener la capacidad de hacer algo. Eres una persona hermosa. Date las gracias por ser alguien tan maravilloso. Esto es tu verdad. Y así es.

AMEMOS A TODAS NUESTRAS PARTES

Me gustaría que volvieras a la época en que tenías cinco años y te vieras con la mayor claridad posible. Mira a ese niño pequeño, y con los brazos abiertos dile: «Soy tu futuro y he venido a amarte». Abrázalo y tráelo contigo al momento presente. Ahora los dos estáis frente a un espejo de modo que os podáis mirar mutuamente con amor.

Observa que hay algunas partes tuyas que te faltan. Vuelve al momento en que naciste. Estabas mojado y sentías el aire frío en tu cuerpo. Acababas de pasar por un difícil viaje. Las luces brillaban, aún no habían cortado el cordón umbilical y tenías miedo. Sin embargo, estabas dispuesto a iniciar tu vida en este planeta. Ama a ese bebé. Avanza hacia la época en que estabas aprendiendo a caminar. Te levantabas y caías, volvías a levantarte y volvías a caer, De pronto diste tu primer paso, después otro y otro. Qué orgulloso te sentías de ti mismo. Ama a ese pequeño. Vuelve a tu primer día de escuela. No deseabas dejar a tu madre. Fuiste valiente al atravesar el umbral hacia un nuevo período de tu vida. Afrontaste esa situación de la mejor manera que pudiste. Ama a ese niño.

Ahora ya tienes diez años. Recuerda lo que pasaba. Puede que hayas sido maravilloso o terrible. Te comportabas tan bien como podías para sobrevivir. Ama a ese niño de diez años.

Avanza hasta el momento en que entraste en la pubertad y comenzaste a ser adolescente. Puede haber sido muy emocionante porque por fin estabas haciéndote  mayor. Puede haber sido terrible porque te sentías presionado por tus compañeros. Manejaste la situación lo mejor posible. Ama a ese adolescente. Ahora vuelve al momento en que terminaste tus estudios. Sabías más que tus padres. Estabas preparado para iniciar tu vida independiente. Te sentías valiente y asustado al mismo tiempo. Ama a ese joven adulto. Recuerda ahora tu primer día de trabajo. La primera vez que ganaste dinero y lo orgulloso que te sentías. Deseabas hacerlo bien. Había tanto que aprender. Hiciste las cosas del mejor modo posible. Ama a esa persona.

Recuerda otra etapa importante de tu vida. Un matrimonio. Tu primer hijo. Un nuevo hogar. Puede haber sido una experiencia maravillosa o terrible. De alguna manera te las arreglaste. Sobreviviste de la mejor forma posible. Ama a esa persona que eres tú. Ahora adelanta a todas esas partes de ti mismo y, de pie frente al espejo, míralas a todas con amor. Hay otra parte tuya por venir. Tu futuro está ahí con los brazos abiertos y te dice: «Estoy aquí para amarte». Y así es.

SIENTE TU PODER

Siente tu poder. Siente tu respiración. Siente el poder de tu sonido. Siente el poder de tu amor. Siente el poder de tu perdón. Siente el poder de tu buena disposición a cambiar. Siente tu poder. Eres un ser hermoso, un ser divino y magnífico. Te mereces todo lo bueno, no sólo algo, sino todo lo bueno. Siente tu poder. Siéntete en paz con él porque estás seguro. Da la bienvenida a este nuevo día con los brazos abiertos y con amor. Y así es.

HA LLEGADO LA LUZ

Siéntate frente a un amigo o una amiga y cógele las manos. Miraos a los ojos. Respira hondo y libera cualquier temor que puedas tener. Haz otra respiración profunda y libera todo juicio. Permítete estar con esa persona. Lo que ves en ella es un reflejo tuyo, un reflejo de lo que hay en ti.

Todo está bien. Todos somos uno. Respiramos el mismo aire. Bebemos de la misma agua. Comemos los alimentos de la Tierra. Tenemos los mismos deseos y necesidades. Todos deseamos estar sanos. Todos deseamos amar y ser amados. Todos deseamos vivir en paz y cómodamente, y todos deseamos prosperar. Todos deseamos experimentar nuestra vida plenamente. Mira a la persona que está frente a ti con amor, y disponte a recibir ese amor de vuelta. Date cuenta de que estás a salvo. Mientras miras a esa persona, haz afirmaciones sanadoras para ella. Afirma que tiene relaciones afectuosas para que esté rodeada de personas que la amen dondequiera que vaya. Afirma que disfruta de prosperidad para que su vida sea agradable y cómoda. Afirma que dispone de bienestar y seguridad, y date cuenta de que lo que das te retornará multiplicado. De modo que afirma lo mejor de todo. Sabes que esa persona se lo merece y ves que está dispuesta a aceptar.